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ACADEMIA
MDA MAITÉN MONTENEGRO

HISTORIA

La academia fue creada por Maitén Montenegro con el propósito de formar artistas integrales que puedan expresarse en el escenario a través de disciplinas simultáneas de canto, danza y teatro, con el fin de llevarlo al teatro musical. La metodología utilizada se basa en la Técnica Meisner, combinada con el conocimiento empírico de Maitén. La práctica constante y la integralidad en el desarrollo artístico son herramientas fundamentales para la formación de artistas críticos y reflexivos capaces de desempeñarse en las artes escénicas. En la academia, se imparte una sólida preparación académica, principios y valores éticos. La música, la danza y la actuación se combinan en un solo lugar.

MISIÓN

Nuestro enfoque educativo plantea una visión profundamente humanista y progresista del propósito de la formación. Aquí hay algunas reflexiones filosóficas sobre los principios y objetivos que nos impiran:

 

Pensamiento crítico y creativo: Estos son pilares fundamentales para el desarrollo humano. El pensamiento crítico permite cuestionar y analizar la información de manera objetiva, mientras que la creatividad impulsa la innovación y la resolución de problemas de formas nuevas y originales. Juntos, estos aspectos fomentan la capacidad de adaptación y el progreso personal y social.

 

Reconocimiento y potenciación de habilidades y talentos individuales: Cada individuo posee habilidades únicas que merecen ser identificadas y cultivadas. Al permitir que los estudiantes exploren y desarrollen sus talentos, se fomenta un sentido de autoestima y realización personal que puede traducirse en contribuciones significativas a la comunidad.

 

Libertad de pensamiento y creatividad: Estos valores son esenciales para una sociedad democrática y progresista. La capacidad de pensar libremente y expresar ideas creativas permite el florecimiento de la diversidad de pensamiento y la innovación, elementos cruciales para el avance humano.

 

Desarrollo de habilidades sociales y emocionales: La colaboración, la solidaridad y la tolerancia son fundamentales para el funcionamiento armonioso de la sociedad. Fomentar estas habilidades promueve relaciones interpersonales saludables y una comunidad más cohesionada.

 

Contribución a un mundo más justo y abierto: Este objetivo final refleja una visión utópica y noble de la educación como agente de cambio social. Al educar a las generaciones futuras en valores de igualdad, justicia y respeto, se sientan las bases para una sociedad más inclusiva y equitativa.

 

Erradicación de la discriminación: La discriminación en todas sus formas socava los principios fundamentales de igualdad y dignidad humana. La educación debe desafiar activamente los prejuicios y estereotipos arraigados, promoviendo la empatía, el respeto y la comprensión entre individuos y grupos diversos.

 

Inclusión y diversidad: La construcción de un mundo más justo y abierto requiere la inclusión y celebración de la diversidad en todas sus formas. La educación debe proporcionar oportunidades para que los estudiantes interactúen con personas de diferentes orígenes culturales, étnicos, religiosos, políticos y de género, promoviendo así el entendimiento mutuo y la cohesión social.

 

En última instancia, el objetivo de la educación como motor de cambio social y personal es un ideal que merece ser perseguido y defendido, aunque requiere un compromiso continuo y una reflexión crítica sobre su aplicación práctica.

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